Cada perro y cada gato abandonado (para no mencionar a tantos otros animales) tienen una triste historia detrás. La mayoría nunca se llegan a saber por quienes los rescatan, aunque, a veces, casi en trabajo forense, las condiciones de salud en que son encontrados logran darnos una idea de las vicisitudes por las que han pasado esos animales, generalmente en silencio, con total resignación. Porque… ¿de qué vale quejarse si no hay nadie quién te escuche?
En las páginas web de protectoras y centros de acogida de animales podemos encontrar narrados muchos casos. Yo me voy a remitir a la de Madrid Felina, para traerles el de una gata de nombre Maga. Porque una maga ha tenido que ser esa criatura, para sobrevivir en las condiciones en que la encontraron, prácticamente incapacitada para alimentarse.
La historia no la escribo yo sino que la tomo tal cual está en la web de Madrid Felina. Esta vez no me limito a colocar el enlace a la historia, porque la experiencia como blogero me ha hecho ser precavido. Tengo en mis blogs artículos llenos de enlaces rotos, por no llevar ya a ninguna parte, debido a que la web o la página a que apuntan desapareció. Esta pequeño caso no quiero que se pierda si Madrid Felina algún día lo retira por darlo como resuelto. Por eso, repito, lo copio y reproduzco tal cual se encuentra en el día de hoy, incluyendo la misma imagen de la gatita Maga.
MAGA y la fuerza de la vida
Qué difícil es describir a Maga.
Sin poesía ni metáforas es, en meses, siete de gata menuda. Y, en huesos, un kilo de muchos rotos y soldados a la suerte de la mejor postura.
A ver cómo explicamos, sin tecnicismos, que sus mandíbulas quedaron unidas sin posibilitar ese mínimo movimiento que permite que un gato abra su boca, introduzca la comida en ella, mastique y trague. Que viva, para entendernos.
Maga, a través de un inapreciable orificio que queda entre sus dientes, va introduciendo a lo largo de todo el día la comida que necesita para mantener ese mínimo cuerpo que esperaba a que Madrid Felina la descubriera.
Qué poco apreciamos lo que no perdemos. Estamos seguros de que Maga nunca se quejó.
Una operación costosa, complicada y arriesgada, digna del mejor profesional, puede regalarle el milagro de recuperar lo que le sisó en un momento esa vida por la que ella tanto lucha.
Quién le niega a esta gata valiente, testigo de la fuerza de la vida, esta posibilidad.
Y sin vosotros, si ti, no podemos llevarla a cabo.
Nota: La primera operación de Maga se realizó con éxito gracias a vuestro esfuerzo y vuestros donativos. Maga necesita una nueva intervención quirúrgica, necesitamos ayuda para afrontarla
Por Maga
Nota: A la fecha de la publicación de este artículo, la historia original que aquí se reproduce puede verse en Madrid Felina-Maga.