Cuando llega la hora de morir

perra boxerEn mi artículo «Conociendo la hora de tu muerte,» en que refiero el caso de la peculiar sensibilidad del gato Oscar para predecir el fallecimiento de personas, algunos opinaron que bien les gustaría poder saber eso. Otros, ni que se lo mencionen.

La mayoría de los humanos han perdido la capacidad de reconocer el momento en que la señora del sueño eterno los llama. Pero los animales saben cuando, por efecto de su edad o alguna enfermedad, les llega la hora. Muchos habrán leído las historias sobre los elefantes, que conociendo que su muerte se acerca, viajaban hasta el lugar que se dio en llamar «cementerio de los elefantes» para sumar sus huesos a los de sus predecesores.

Cuando Barbie, nuestra perra boxer, se encontraba en edad muy avanzada, padecía severas dificultades para caminar, por causa de una fuerte deformación artrítica. Debido a eso, ella se mantenía en la parte baja de la casa, que correspondía a dependencias auxiliares, patio y garaje. Pero una mañana, mi esposa se sorprendió al verla llegar hasta la cocina. Había subido todas las escaleras hasta la primera planta.

La perra le dio unas cuantas lengüetadas, contenta, y revisó la casa, saludando igualmente a quienes encontró. Luego, lenta y dificultosamente, volvió a bajar las escaleras, regresando a su sitio. Más tarde, mi esposa bajó y la encontró apaciblemente muerta en su colchoneta. La perra supo que su fin era inminente, y había ido a despedirse de todos. Nos había acompañado por unos catorce felices y entrañables años.


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