El perro de asistencia

discapacitado con perro de asitenciaEl sábado 19 de mayo la Fundación También, celebró en el Parque Juan Carlos Primero, en Madrid, un acto con actividades diversas, planeadas para ser disfrutadas no solamente por los discapacitados, sino por sus familiares y todos los que quisieron asistir, encuentro que ellos llaman Fiesta de la Primavera.

Entre las actividades de ese día, se incluyó la presentación de un perro entrenado para prestar asistencia. Estuvo a cargo de Raúl Lizano, acompañado de Amara, una excelente hembra de raza Labrador Retriever, de 6 años y color negro, perteneciente al criadero Diana Campo Retrievers, en las afueras de Madrid.

discapacitado con perro de asitenciaRaúl, quien ha logrado superarse y abandonar, en gran medida, la dependencia de una silla de ruedas, hace unos años que volcó su interés hacia esta clase de perros, aprendiendo, dominando y perfeccionando el arte de su entrenamiento. Él mismo ha educado a Anara, con excelentes resultados. Porque, ¿quién mejor que él, para entender a cabalidad las particulares necesidades de un discapacitado? Por otra parte, trabajar con perros ha enriquecido su vida enormemente. Actualmente, Raúl presta sus servios para el criadero Diana Campo Retriever.

Durante su exposición, nos explicó la diferencia entre un perro guía y un perro de asistencia. Básicamente, el llamado perro guía es utilizado para conducir a los invidentes, sin que ello quiera decir que no puede prestarles otra serie de asistencias como, por ejemplo, recogerles objetos del suelo. Por su parte, el denominado perro de asistencia se entrena para ayudar o asistir a personas con problemas de audición o con otras discapacidades, pero no para la conducción de invidentes.

Sin embargo, es la conducción, o no, de invidentes, lo que hará la diferencia a la hora de clasificarlo como perro guía o como perro de asistencia. La diferencia es muy importante, porque, hasta los momentos, los perros guías se encuentran tipificados en una ley que les permite el acceso permanente, junto con sus dueños, a cualquier lugar, incluyendo lugares públicos, vehículos de transporte terrestre, naves y aeronaves, sin impedimentos. Por el contrario, aunque se está trabajando en lograrlo, los perros de asistencia no cuentan con esas prerrogativas legales, por lo que su acceso a ciertos lugares podrían no serles permitido, y no se tendría el derecho al reclamo.

discapacitado y perro de asistenciaEl perro de asistencia puede cumplir una gran variedad de labores; unas se pueden considerar básicas, mientras que otras son específicas a cada necesidad del futuro propietario o usuario, bien sea cuando se desplace en una silla de ruedas por la calle, estando en la casa, o postrado en una cama.

Los principios básicos de obediencia para un perro de asistencia son los mismos que para cualquier perro bien educado: saber ir al lado, sentarse, esperar y obedecer a las órdenes simples de quédate, ven, etc.

Amara nos mostró como realizaba cosas algo más complejas, como la recogía de objetos que se le caían a Raúl, mientras iba en la silla de ruedas por la calle.

perro en demostraciondemostracion canina

También nos demostró como puede pulsar un interruptor en la pared, para encender o apagar la luz de cualquier habitación en la casa. Luego mostró en que forma tan eficiente puede abrir una puerta. Usualmente lo hará bajando la manilla con una pata, mientras se apoya en la pared con la otra. Pero, en la exhibición, como se trataba de una puerta sólo con marco, sin paredes, la manilla tenía atada una cuerda adicional que la perra jaló hasta lograr abrir.

demostración caninademostración canina

Otra de las demostraciones, quizás la más impresionante, fue la forma en que la perra puedo reconocer números, que se encontraban pegados en cada uno de frontales de los cajones de un mueble. De esa forma, ella pudo abrir el cajón que se le indicó, y cumplir las peticiones que se le hicieron: introducir un manojo de llaves, extraer una billetera y luego cerrarlo.

demostración caninaOtro más de los entrenamientos que Raúl le ha dado a Amara, ha sido el de ayudarlo a quitarse la ropa; cosa que puede ser sumamente dificultosa para muchos discapacitados, e imposible para otros. Amara ayudó jalando de una manga para quitarle la chaqueta.

demostracion caninaOtra de las limitaciones que tienen muchas personas es la de lograr levantarse del piso, si no tienen cerca algún mueble u objeto adecuado para apoyarse. En este caso, Amara se acerca por delante, como pueden ver en la foto.


demostración caninaUna vez que la persona está lista, la perra se pone tensa, y es entonces cuando, con cuidado para no causarle daños, Raúl se apoya en su cruz y pueda utilizarla como un soporte para levantarse. Luego, Amara le recogió la chaqueta que él había puesto sobre el suelo para arrodillarse.

demostracion caninLa siguiente fase en el entrenamiento de un perro de asistencia, es la de salir del instructor y acoplarse a su usuario final, o dueño, según el caso. Con la asistencia de un voluntario entre los presentes, -que en este caso fue mi hijo- Amara realizó junto con él algunos de los mismos ejercicios que había realizado con Raúl.

perro de asistencia en demostracionEse día, permanecer bajo el sol era todo un desafío, máximo para un perro. En varias ocasiones, Amara arrancó las carcajadas en todos los presentes, cuando se escabullía para la sombra, por unos instantes, a pesar de las órdenes que se le daban. Sin embargo, al final predominaba su buena disposición y su sentido de la responsabilidad, y volvía bajo el ardiente sol para cumplir con su trabajo. Ese es el espíritu de colaboración, e incluso de sacrificio, de un verdadero perro de asistencia.

Las ayudas que puede prestar uno de estos perros son muchas más, según las necesidades. Pueden traterte el telefono inalámbrico o el móvil cuando suenan, si tú no lo puedes alcanzar o no lo escuchas; o avisarte si llaman a la puerta, o si suena la alarma de incendios. Y tareas aún mucho más sofisticadas, casi sin límites.

discapacitado y perro de asistencia

En mi familia llevamos un tiempo evaluando la conveniencia y posibilidad de uno de estos perros para mi hijo; porque, con más frecuencia de la que quisiéramos, tiene que quedarse sólo. Así que él, quien adora los perros, aprovechó esta oportunidad para ver que tal se vería con un Labrador Retriever al lado. Quedó encantado con Amara. Creo que su cara en esta foto lo dice todo.

El perro Pastor Alemán se considera la raza por antonomasia para perro policía, pero solamente un pequeño porcentaje de ellos resulta ser satisfactorio para ese trabajo. Igualmente, desde los siempre juveniles y un tanto alocados Boxer, hasta Pit Bull Terrier y Rottweilers han sido utilizados para labores militares, antidrogas y de asistencia a las personas. Todo está en el carácter y temperamento de cada ejemplar en particular, más que la raza en general. Pero sin duda que las razas más utilizados para las funciones de perros guías (o perros lazarillo) así como de asistencia, son los retrievers de las razas Golden y Labrador.

El precio de un buen cachorro de estas razas, en un criadero acreditado, en España puede estar en el orden de los 1.000 a los 2.000 euros. El costo del entrenamiento posterior ya es otra cosa, pues dependerá de diversos factores, tales como: el tiempo que llevará el tipo de entrenamiento solicitado -obediencia básica, obediencia avanzada, asistencia especializada en diversas áreas, etc.- así como el alojamiento y manutención, toto lo cual puede elevar considerablemente el precio. Siempre puede concertarse la posibilidad de que el entrenamiento se realice en tu propio hogar, ahorrándote el alojamieto y manutención. Lo mejor, como en todo, es pedir presupuesto, al menos en un par de centros de adiestramiento reconocidos.

La ayuda que un perro entrenado puede presta a un discapacitado en incuestionable, pero va más allá de la asistencia en sí. Porque el animal y la persona se convierten en algo más que asistente y asistido, propietario y perro. El vínculo que se forma ha logrado sacar de estados altamente depresivos a muchas personas.

La fundación española ONCE, que entrega perros guías a muchos invidentes cada año, y que tiene enormes listas de espera por uno de ellos, suele jubilarlos hacia la edad de los 6 años, porque considera que ese trabajo es de gran estrés para el animal. Pero algunos de ellos siguen trabajando, aunque más tranquilamente, pasando de guiar a los ciegos a ser una terapia para los ancianos, como podrán leer en el enlace que les dejo.


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