Sin maltrato animal

cerdo, gato y paticosUna de las categorías que tenía planeada para este blog, era una sección de denuncias sobre los casos de maltrato animal, a fin de sacarla de mi primer blog, el principal, El guardián del faro, en donde aparece como Protección Animal. A tal efecto, durante meses estuve suscrito a las Alertas de Google, quien me inundó con gran cantidad de material, a tal grado que quedé tremendamente sorprendido por todo lo que se publica en la web sobre este particular.


Pero las cosas que vi, tanto en fotografías como en videos, me resultaron tan escalofriantes que no puede soportarlas. En algunos casos estuve mal durante días. Porque, de verdad que el ser humano es el único animal (lástima que sea el «racional» por excelencia) que puede llegar a mostrar tal grado de crueldad hacia los demás.

Si tenemos en cuenta el elevadísimo nivel de refinamiento y atrocidad a que el hombre ha llegado, en los medios y técnicas para torturar a los propios humanos, quizás puedan imaginarse, aunque sea por aproximación, el nivel de crueldad y sadismo que ha podido desarrollar en el maltrato de los llamados seres inferiores, o animales. Muchos, que se dicen científicos e investigadores, sin asomo alguno de repugnancia, dicen hacerlo en nombre de la ciencia, por necesidad de búsquedas en el campo de la genética, la farmacología o la cosmética. Otros individuos lo hacen por lo que, para ellos, les resulta pura y simple diversión.

Quizás algunos de quienes leen esto se asombren si les digo que, tanto en mis lecturas como en comentarios que se han dejado en algunos de mis artículos publicados, hay quienes afirman que los animales no sienten dolor, ni sufren. Me parce que hay ingenuos, (o necios), que confunden el alto grado de tolerancia al dolor, que tienen los animales, con la ausencia total de dolor y la capacidad de sufrimiento.

En el post titulado ¿Rabinos o carniceros? que publiqué en marzo del 2006, coloqué unas palabras del filósofo alemán Arthur Schopenhauer, que viene al caso repetir nuevamente, por su tremenda vigencia:

El hombre es el único animal que es cruel por diversión y no por necesidad. Esta crueldad perpetrada hacia animales es, a menudo, una señal de alarma de que alguna cosa en el cerebro de estos individuos funciona diferente. La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral.

Gato y pollitoYo estoy en total acuerdo con ese curso de pensamiento.

Mi intención inicial se quedó solamente en propósito, porque no la pienso cumplir. Las cosas que he visto me afectaron demasiado, tanto como para decidir no colocarles aquí imágenes de un gato al que se le prendió fuego por diversión; o las del perro al que desollaron vivo como castigo; o el cachorro que, con dos meses, cuida y defiende el cadáver de su madre a la que algún mal nacido ahorcó en medio de una carretera. No tengo la más mínima intención de herir la sensibilidad de quienes me visitan, y que esperan encontrar solamente cosas bellas, útiles y entretenidas sobre animales. Asi que, este blog seguirá así, sin maltrato animal, tratando solamente las cosas agradables que nuestros perros, gatos y mascotas en general, pueden ofrecernos cada día, con total amor, entrega y desinterés.

Si en los momentos difíciles de la vida, yo hubiera podido tratar a mi esposa y a mis hijos, con el cariño y la absoluta falta de severidad con la que hoy en día reprendo a mis mascotas, quizás estuviera propuesto para algún premio Nóbel. Claro que el camino recorrido ha sido largo y fructífero.

Si algo puedo tener por seguro es que, si a mis perros y gatos los trato, aunque sea medianamente bien, podría ser yo el que los deje, pero jamás serán ellos quienes me abandonen. No podría decirse lo mismo de las personas que nos rodean. Por eso, yo también digo que creo más en mi perro que en el hombre.
Mono y gaticoPrefiero ver el mundo animal con la hermosura que puede darme una imagen como la que coloqué de portada; o de estas otras dos, de las tantas similares que, afortunadamente, también se encuentran en la Web; imágenes con signos de amistad y de fraternidad entre especies, que yo nunca me cansaré de mirar con el corazón henchido de deleite. ¿Por qué no podemos convivir pacíficamente todos?


Fotos: Sacadas de la página web de la organización milgatos.com


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