Adiós, amigo Merlín

un gato sobre la camaA poco de publicar el post anterior sobre «Merlín, el gato misterioso» y una de sus aventuras, mi amigo Juan Luis me envió la siguiente noticia:

Ayer tuve a Merlín «encerrado» en mi despachito, para poder observar como iba lo de una herida en la boca, con la que apareció a consecuencia de algún golpe durante alguna de sus correrías. Esta mañana al levantarme se encontraba perfectamente, pero había manchado con algo de sangre el sitio donde ha dormido. Le hemos puesto pienso blandito y ha comido bien Como siempre, por ser de día no se ha dejado ni tocar, ya que solo lo permite de noche, pero ha intentado escaparse a la calle.

Un par de horas después me ha llamado mi mujer para que viniese a buscarla y llevar a Merlín al veterinario, porque al parecer estaba sangrando más por la boca y no parecía cortársele.

Me he vuelto del trabajo y le hemos llevado a la clínica de Carmen, en Madrid, donde los llevamos siempre. Lo sedaron para poder mirarle la boca. El pobre se estaba desangrando por las encías. Al parecer fue picado por alguna garrapata u otro insecto, porque los síntomas parecían como si le hubiesen transmitido la «Herliquia». Pero importó si se la habían transmitido o no, porque los análisis de sangre determinaron es que había contraído la leucemia felina y la curación es prácticamente inexistente. El sangrado no conduciría más que a complicarle en los pocos días de vida que se hubiesen podido rascar a esta maldita enfermedad. La única opción ha sido dormirlo.

Hoy ha sido el primer día sin lluvia desde hace una semana y ha salido el sol. Pero a eso de las 12 de la mañana a mí se me ha nublado el corazón.

Merlín, espero que hayamos sido una buena colonia para ti, por algo nos elegiste. ¿A dónde van los gatos cuando mueren? No lo sé, pero alla donde vayas dale un gran beso y mucho cariño a los pequeños hijos de Lili y a tantos de nuestros gatos «invitados» que te han precedido, así como a Rayas, Vida y el gato que atropelle sin querer y, por supuesto, diles a Ron, Tuno y Lilo, que siguen muy presentes en mi corazón, aunque ahora yo esté de nuevo de luto, esta vez por ti.

Por: Juan Luis Blázquez de Opazo

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