Animales con oficio y ocupación

En otra oportunidad ya he hablado algo sobre los perros de utilidad, como los lazarillos, los de asistencia, antidrogas y otros. Pero, al parecer, también hay perros y gatos que tienen otras ocupaciones.

Hace un tiempito, por un comentario que me dejaron llegué al blog titulado Frenesí Canino. Bueno, en realidad ni hay ningún frenesí en ese blog, ni mucho menos es canino. Pero me encanta la forma tan amena en que su autora narra las cosas más cotidianas expresándose en asturiano coloquial de fácil comprensión.

El perro de la autora es el que originó la mención canina, cuya minifoto del tamaño de una uña (esa si que es un thumbnail) es la que aparece en el lugar destinado al autor. Muestra a un perro envuelto con algo. Es necesario entrar en el perfil y agrandar la imagen (que es la que yo estoy colocando aquí) para poder medio ver de quien se trata. Yo había pensado que lo habían vestido de monaguillo; pero no, tan solo le colgaron al cuello una bufanda del equipo de fútbol Sporting de Gijón, mientras su dueña y él, muy acomodados en el sofá, miraban el partido por la tele.


Pues el nombre del canino no es, ni más ni menos, que Perín Meisón y también le dicen «Abogao». Y no podía ser menos, porque su oficio es abogado. En esa casa convive con tres felinos actualmente, aunque han sido más, pues su dueña es de esas almas que no pueden ver uno abandonado. Sus nombres son Hiruhito Musito (el blanco) y Blubluji, y la terrible Trece o «Nena» (en la foto de abajo donde aparece en el suelo). Su dueña dice que allí todos tienen oficio, según a lo que les agrade más acercarse. Aclara que dos de ellos son fontaneros, por lo mucho que les gusta arrimare a la caldera.

Pues bajo ese punto de vista, supongo que al gato que le encante arañar las telas de los muebles podría ser tapicero; el que adora dormir sobre la mesa quizás tenga afición a ser carpintero o quizás ebanista, y a ese que desde pequeño no dejó de morderte los zapatos pues querrá ser eso: zapatero. ¿Y el que se coloca junto a la peinadora sin perder de vista nada de loque haces, querá ser estilista?

Pero no logro entender la razón por la que el perro sea abogado. Viéndolo en esta foto con el gato Blubluji parece que cuida muy bien a sus clientes. Pero quizás se ganó el oficio porque sea el que medie en las peleas entre los gatos, aunque no me extrañaría que, a diferencia de los abogados humanos, él suela llevar la peor parte en esas discusiones.

Las fotos las copié de un post de la autora, que titula Mis encantadores marranos. No, si tiene cada cosa esa chica.

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