Disfrutando juntos

perro y niña en la playa
Hay amistades que logran durar toda la vida.

Esta fotografía tiene unos treinta años.

Mi primera boxer, una hembra a la que pusimos de nombe Barbie, y que adquirí cachorrita, con tres meses. Mi hija apenas gateaba. Las dos crecieron juntas, jugaron juntas y disfrutaron de la vida juntas. Fue una amistad que duró toda la vida, hasta el día en que Barbie, ya viejita, se despidió de nosotros y murió plácidamente. Su recuerdo sigue muy vivo en nuestros corazones.

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