Interpretando el comportamiento del gato

Gato en brazos

Como el gato no entiende nuestra lengua, se concentra en los movimientos, la postura y el estado de ánimo de las personas. Muchos gatos pueden comprender tan bien a sus amos, que algunos propietarios piensan en transmisión de pensamientos. Si la persona se comporta como espera el gato, éste le dedicará toda su atención.

Tú mismo podrás descubrir rápidamente, observando con atención los gestos, la posición del cuerpo y la postura de la cola, en que estado de ánimo se encuentra tu gato.

Algunos comportamientos del gato ante el hombre proceden de su instinto innato, su comportamiento natural como gatito ante la madre y su comportamiento sexual.

No es complicado llegar a descubrir todo un universo en el lenguaje de los gatos.

Comportamientos que tú debes conocer.

Toma de contacto amistosa: El gato demuestra esta actitud frotando las mejillas o la nuca contra las piernas de la persona y arrimándose a ella con la cabeza levantada o lamiendo las manos o la cara de su persona.

Irritación: Se puede reconocer porque mueve la cola, se encoge, baja las orejas, bufa y se le eriza el pelaje.

Lamer: Durante las primeras semanas, la madre lame a conciencia la región anal de sus crías. Sólo gracias a este masaje, los gatitos podrán eliminar los excrementos y su orina. El gato lame a los gatitos, pero también una gata a quien hace la corte, como muestra de ternura. Lamer el rostro y las manos de una persona también son gestos amistosos que se originan en los instintos de cuidado y sexuales.

Pataleo: Mediante el pataleo en las tetas de la gata, el gatito estimula la salida de la leche. Este comportamiento ante una persona se debe interpretar como una demostración de profunda confianza.

(Más que un pataleo, es un suave «masaje» que el gatito realiza presionando con las patas delanteras)

Ronroneo: El gato demuestra su bienestar ronroneando. Esto no permite suponer que el gato esté sano, pues los animales enfermos también ronronean. Los gatitos empiezan a ronronear muy pronto, cuando maman satisfechos en los pezones de su madre.

Rodar por el suelo: La gata muestra su conducta sexual natural también ante una persona. Le acerca su parte posterior y empieza a rodar por el suelo ante ella.

Jugar: Un gato pone a prueba jugando su comportamiento social y combativo (por ejemplo, en las luchas de rivalidad). Como compañero de juegos, utiliza a su madre, sus hermanos, a presas como los ratones o las ratas, pero también acepta a las personas como compañeros de juegos.

Miedo y defensa: En un gato doméstico, este comportamiento casi siempre es provocado por una mala actitud de las personas. La defensa y el ataque son reacciones de miedo en una situación sin salida. Cuando, por ejemplo, se arrincona, se encierra en una jaula o se sujeta a un gato, éste se siente amenazado. En primer lugar, se le eriza el pelaje; después, se lanza al ataque y se vale de los dientes y las uñas. Pero también entre gatos se producen agresiones, como en las peleas entre gatos y los conflictos territoriales, que a veces terminan de una manera cruenta.

Instinto de caza y captura: El gato es un animal depredador. Cuanto más tiempo pase sin que tenga oportunidad de desahogar su instinto de caza, tanto más bajará su umbral de irritación. Por eso, reaccionará al jugar con una pelotita con la misma atención que si se encontrara ante un ratón. Si la pelota sale rodando, esto provocará inevitablemente que el gato la persiga e intente atraparla. El gato considerará un sustitutivo de la presa incluso a la mano de la persona de confianza, si ésta se aparta rápidamente del animal. Por lo tanto, hay que ir con cuidado al jugar con el gato, ya que, de lo contrario, uno se puede llevar arañazos.

Comportamiento de huída: Si el gato, por ejemplo, se ha escapado de casa, nunca deberás perseguirlo inmediatamente para atraparlo. El gato no puede correr durante largas distancias. Al cabo de poco, buscará lo más rápido posible un lugar donde esconderse. Por lo tanto, quédate tranquilo, no pierdas de vista al animal hasta que deje de huir y se pare. Entonces, podrás acercarte a él lentamente y finjir que no lo ver. Cuando estés cerca de él, háblale tranquilamente e intenta acariciarlo con movimientos suaves y finalmente cogerlo.

Fuente: tomado de Comportamiento del gato.

Mi foto: Gata de nombre Pelusa perteneciente a mi hermana Teresita, Asturias, España.


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