Hace unos meses recibí de los laboratorios Dermoscent un kit de tratamiento dérmico para gatos, aunque también lo hay para perros. Mi hija mayor ha probado en su gata Aiko el producto denominado Essential 6® para gatos. Viene en una caja con cuatro pipetas (spot-on) para una aplicación simple (1) por vía cutánea. Según los laboratorios, se trata de: “la primera solución multifunción adaptada al tratamiento de todos los tipos de pieles y pelajes de animales domésticos, aun las más delicadas y sensibles.”
Como se puede leer en la formulación, el producto contiene aceites esenciales extraídos de varias plantas, así como vitamina E. Según indica:
“…su composición óptima de ácidos grasos poliinsaturados esenciales (Omega 3 y de 6) y un activo mecanismo biodifusor, Essential 6® spot-onrestablece la película hidro, lipídica de la piel del animal y mantiene un nivel de hidratación óptimo, favorece el equilibrio natural del ecosistema cutáneo y refuerza las defensas de la piel, en especial la función protectora de la epidermis; además, purifica la piel y ayuda a prevenir posibles irritaciones, elimina los malos olores pero respeta el olor natural del animal, contribuye a reducir la pérdida de pelo y estimula su crecimiento.”
El producto tambièn indica no tener fragancia, aunque no sé por qué lo dicen, porque sí que la tiene. Si yo puedo olerla, con más razón lo hará un gato. A mí no me resultó desagradable, aunque nunca la usaría como un perfume; a un gato no sé que tal le parecerá.
Mi hija terminó ya hace más de un mes el tratamiento básico que suponía ser de cuatro semanas (una pipeta semanal). Sin embargo aplicó su errática costumbre en estas cosas; es decir: se le pasaba el día en que le tocaba ponerla y lo hacía varios días más tarde. Por lo tanto, como experiencia seudo-científica por ahí ya falló.
Los laboratorios Dermoscent recomienda un tratamiento mínimo de ocho semana (dos cajas) para observar una mejoría evidente. Iniciamos el tratamiento con esa intención, sin embargo un par de cosas dieron al traste con todo. Primero, que en Madrid el producto no se consigue en todas partes, ni en “su veterinario habitual” como dicen los laboratorios. A pesar de que, como cosa rara, no requiere de receta veterinara para su venta (2), no se pudo obtener en las varias casas de ventas de mascotas y productos animales que visité. En algunas porque asumían que se vendía por prescripción veterinaria y por eso ellos no lo tenían; en otras porque “no trabajaban con productos de ese laboratorio”. Finalmente vine encontrándolo en la tienda de productos veterinarios Henry Schein, en la Av. De Los Toreros, cerca de la plaza de toros de Las Ventas, con un precio entonces de 20€ la caja con las cuatro pipetas.
Lo segundo y principal fue que, terminando el tratamiento inicial de las cuatro semanas y pico, Aiko presentó problemas de mal aliento atribuibles a motivos digestivos, ya que concordaban con las diarreas que comenzó a tener y por lo que fue necesario llevarla al veterinario. Aunque los síntomas no tenían relación alguna con la aplicación del Essential 6® mi hija decidió no seguir por el momento con la segunda parte del tratamiento, ya que tenía que poner a Aiko en una dieta un tanto difícil y con ciertos medicamentos. Había una medicia en pasta que había que untarle en una patita ya que, supuestamente, los gatos se la lamerán para limpiarse. Será así con la mayoría, pero no con la sinvergüenza siamesa esa, que prefería estar horas sacudiéndose la patita que lamer la pasta aquella. Así sabría de mala. Luego descubrió que se la podía quitar frotándose del sofá.
¿Apreciamos alguna mejoría en la calidad de su manto después de las cuatro semanas y picote de uso del Essential 6®? Pues yo que no veo a la gata todos los días me pareció que le notaba el pelo un tanto más brillante. Parecía tener también algo menos de pérdida, aunque, en este sentido, mi hija no sabía si tenía algo que ver con que ya había pasado la muda estacional. En cuanto a mal olor corporal, Aiko no suele tenerlo, por lo que no notamos diferencia en eso. Sin embargo, vuelvo a aclarar que el tratamiento de las cuatro semanas fue muy errático, no cumpliéndose los plazos, y que no se completaron las ocho semanas que recomiendan para el uso adecuado del producto.
Tenemos también el champú Essential 6® (de color verde, sin jabón, formulado para todos los tipos de pelo y pieles de gatos) y el EFA Treatement® (de color azul, con ácidos grasos esenciales, para gatos de piel sensible y tendencias alérgicas). Pero no hemos podido probarlos porque mi hija no baña a su gata. Hasta ahora nunca ha tenido la necesidad de hacerlo, ni ella se siente muy inclinada a ello. Quizás, llegado el momento del baño, Aiko se quede relativamente tranquila, “como gata mojada” o, por el contrario, surja la temible pantera acosada en que suele convertirse cuando va al veterinario, dando zarpazos a diestra y siniestra, bufando y mordiendo lo que se le atraviese, aunque sea el brazo de su cuidadora. Cosas de los gatos siameses. Comprensiblemente, mi hija no está dispuesta al riesgo. Para colmo, ninguna de las personas que conocemos con gatos los han bañado nunca, ni han querido hacerlo para probar el champú. Por lo tanto nos quedamos con las ganas de saber que tal van. Si alguien los ha usado, o las pipetas, me agradaría que me dijeran qué resultado obtuvieron.
No obstante, para estos casos Dermoscent tiene una presentación en espuma, el Essential Mousse®, que se aplica sin mojar al gato y no requiere secarse. Pero nosotros no hemos intentado usarla hasta ahora. Acudiremos a ella el día en que se haga imprescindible una limpieza a fondo de Aiko.
Notas:
(1) Lo de “aplicación simple” va porque, a diferencia de los perros, aplicar adecuada y efectivamente este tipo de productos en los gatos no es asunto tan simple como parece. Pero de eso hablaré en otro artículo.
(2) En una oportunidad en que intenté comprar en la tienda de productos veterinarios Henry Schein unas pipetas para uso por vía externa, dérmica, que yo aplicaba a mis perras para prevenir las pulgas y garrapatas, para mi sorpresa me dijeron que solo las vendían mediante prescripción veterinaria. Aún no puedo entenderlo. Eran las mismas que yo podía comprar en Asturias en cualquier tienda de animales e incluso en algunas farmacias, y que también conseguí luego en otros sitios de Madrid sin receta alguna.
