Anécdota felina.
María Gabriela Quevedo, la simpática veterinaria de Super Pets, en Lecherías, (Barcelona, Venezuela), me cuenta que ha escuchado a su gata Mimia emitir un sonido peculiar. Ella lo define como una especie de prreeeii.
Pero no es un sonido que su gata emita en cualquier momento. Por el contrario, es para un uso muy específico.
Gabriela ha observado que, con pausada insistencia y la paciencia infinita que ellos parecen tener, su gata lo repite mientras permanece agazapada detrás de alguna ventana, o entre las plantas de la terraza. Ese sonido, con gran similitud al que producen las palomas, suele atraerlas, así como a tortolitas y otras aves, cuya curiosidad ante el reclamo sonoro, las lleva a terminar entre las garras y fauces del felino.