Ya he mencionado anteriormente que lo mejor es dejar actuar a la perra, porque, aunque sea primeriza, por instinto ella suele saber lo que tiene que hacer. Ahora que, si notamos que un cachorrito recién parido no reacciona, no respira ni se le ve latir el corazón por más que su madre lo lame, es allí cuando podemos intervenir.
Debemos revisarle las vías respiratorias, para ver si no las tiene obstruidas con mucosidades que le impidan respirar. Si es asi, debemos limpiarlas con algún algodón. En caso necesario, si no tienes a mano una pera de succión u otro instrumento adecuado, no tengas ningún remilgo en absorber tu mismo la pequeña boca y nariz del cachorro, escupiendo luego lo que extraigas. Yo lo he hecho. Luego, con un paño, preferiblemente húmedo y tibio, debes frotar enérgicamente el cuerpo, hasta que chille con su inconfundible sonido. Es bueno sostenerlo con la cabeza hacia abajo, para favorecer que la sangre irrigue su cerebro. Ten en cuenta que lo de «enérgicamente» implica una presión adecuada a la fragilidad del cuerpecillo del cachorro.
Si aún no hay resultados, y sigue sin respirar, puedes intentar el proceso del agua. Se trata de sumergirlo completa y rápidamente en el recipiente que ya tienes preparado con el agua tibia-caliente (a unos 38 grados centígrados), seguida de otra inmersión en el agua fría. De inmediato se deberá masagear de nuevo con el paño, produciendo la compresión y descompresión del tórax, casi como si le hicieras reanimación cardíaca. No te angusties por el tiempo transcurrido, ya que los cachorros recién nacidos pueden sobrevivir sin oxígeno por un tiempo que sería mortal para a un perro adulto, en las mismas condiciones. Es el motivo por el que es tan difícil ahogar a un cachorro recién nacido. Una vez recuperado y ya seco, se colocará junto a su madre, quien se ocupará de guiarlo hacia sus pezones para que mame.
Pero si el cachorro no lograra sobrevivir, te aconsejo que dejes el cuerpecito allí, cerca de la madre, hasta que ella haya parido todos y ya no le haga el menor caso a ese. De lo contrario, ella lo buscará con gran afán y sentimiento, pues sabe que le falta uno, pero desconoce los motivos por los que se lo quitaron. Yo ya he pasado por ese error también, hace muchos, muchos años, pero nunca se me ha olvidado.
Si después de parido el primer cachorro, vieras que el segundo se está tardando más de dos horas, es señal casi inequívoca de un parto lánguido. Barbie, mi perra boxer, estuvo más de doce horas para parir a sus siete cachorritos. Esto puede producir gran cansancio y agotamiento en la madre, luego de varios cachorros. Ese sería el momento de inyectarle a la perra un producto a base de oxitocina, en la dosis que tu veterinario te haya recomendado previamente, con el fin de acelerarlo. Eso sí, he de enfatizar que nunca, pero nunca, se le debe administrar oxitocina a una perra antes de que haya nacido el primer cachorro, ya que ello es muy peligroso para ella. Su aplicación a destiempo produce la contracción del útero y provoca que los perros queden aprisionados y mueran. Como he dicho, solo se aconseja cuando se ve que la perra está muy cansada por un parto largo, existiendo el peligro de que cese en sus contracciones y los cachorros restantes mueran dentro de ella. Por otra parte, si el tiempo para la expulsión del siguiente cachorro se alarga por dos horas y media, y la madre siguiera con sus contracciones e intentos de expulsión, deberás avisar de inmediato al veterinario, o llevarle a la perra junto con los cachorros que ya haya parido.
Un método sencillo de prevenir las hernias umbilicales en los cachorros, tan comunes, desafortunadamente, y que tu puedes realizar con toda facilidad, es darle a los cachorritos una fricción diaria en el ombligo con tintura de yodo, o sus sustitutos yodados actuales, durante unos ocho a diez días.
Finalmente, si por alguna razón la madre no ha bebido durante todo el parto, y no muestra síntomas de apartarse de sus cachorros, puedes hacerla dirigirse hacia el agua y la leche que le tienes preparada cerca, simplemente tomando a uno de los recién nacidos y yendo hacia allí con él. La perra te seguirá de inmediato, abandonando a los otros para ir en busca del que te llevas. En el caso de que tu perra tenga tanta confianza en ti, que llegue a vencer su instinto natural y no te siga, puede ser otra persona la que agarre el cachorro. Puedes hacer esto mismo cuando necesites que la perra salga del cubil para limpiarlo y cambiar el trapo y los periódicos. Recuerda que la astucia es preferible a la fuerza, los gritos o las amenazas. Si amas a tus animales siempre encontrarás la forma de lograr que ellos hagan lo que es necesario.
Si el parto se alargara, con el fin de evitarle el excesivo agotamiento y hacer que recupere fuerzas, es bueno darle algo más que simple leche. A falta de alguna otra cosa recomendada por el veterinario, es bueno darle a beber el equivalente a un vaso de leche con café, con bastante azúcar o miel, y una yema de huevo.
Una de las cosas de las que debes estar muy pendiente es de que, tras cada cachorro parido se haya expulsado también la placenta, muy particularmente tras el último. De no ser así es porque se habrá quedado adentro, lo que ocasionará infecciones uterinas severas, con la posible muerte de la perra. No esperes, llévala de inmediato al veterinario. El síntoma principal de infección es un goteo de sangre que persistente después de haber parido, y luego la presencia de fiebre.
Hacia los diez o quince días los cachorros abrirán los ojos,aunque todavía no ven.
Ahora si te digo: si el parto se realizó en tu casa, lleva a la madre y a los cachorros al veterinario cuanto antes, para un examen pos natal. Si son de la raza a las que se les corta la cola, y tu se la quieres cortar, y además la legislación local lo permite, hacerlo en los primeros días es sumamente fácil, máxime porque conlleva el mínimo riesgo para los cachorros, pues no necesitarán que se les tome puntos siquiera. Será el veterinario quien mejor te orientará en lo que deberás hacer y lo que tendrás que darles para que crezcan saludables.
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