En el Parque Juan Carlos Primero, en Madrid, lleva un par de meses viviendo este hermoso perro, a quien apenas logré tomarle esa única instantánea, y gracias a que tenía la cámara en la mano.
Hay dos damas por las que nos enteramos que las autoridades han intentado agarrarlo por diversos medios, incluyendo el uso de dardos con tranquilizantes, pero no ha sido posible. El animal evita el contacto con las personas, y cuando se siente acosado logra desaparecer en los múltiples recovecos y matorrales del extenso parque. Por su comportamiento se presume que fue bastante maltratado antes de ser abandonado o se escapara.
Sin embargo el perro se ve fuerte y bien alimentado, en parte gracias a personas como esas dos damas, quienes le llevan comida diariamente. Pues, en mi opinión, ya que el animal acepta esa comida el camino está trillado. Es una tarea interesante para alguna sociedad protectora o centro de acogida de animales. Solamente se requiere que, bajo la adecuada supervisión veterinaria, en la comida se le agregue la cantidad adecuada de un tranquilizante rápido, para lograr dormirlo y poder atraparlo sin agobios.
Las dos damas están dispuestas a adoptarlo. Pero un perro en esas condiciones es preciso que primero sea evaluado por expertos, que determinen si es posible reinsertarlo en alguna familia sin que ofrezca peligro. Espero que logren rescatarlo.