Moon, la gatita que envió la luna

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Cuenta la leyenda que un día la Luna se dio cuenta de que era observada con mucha atención desde la Tierra, y se pregunto: ¿que querrían saber los terrícolas de ella, y por que despertaba en ellos tanta admiración?
Entonces decidió bajar al planeta azul para investigar y saber mas de nosotros, los terrestres.

Tan entusiasmada estaba con la idea de hacernos una visita que no se dio cuenta, hasta el ultimo momento, de que, si bajaba a la Tierra, el cielo de la noche quedaría en tinieblas al no estar ella para dar su luz en las noches de luna llena.

La alternativa era mandar alguien en su nombre. Pero tenia que tratarse de un ser diferente y muy especial, que pudiera pasar desapercibido entre los terrícolas; un ser oscuro y suave como la noche, sigiloso y delicado… como un gato. Entonces decidió enviar a su pequeño  extraterrestre, camuflado con la apariencia de una gato y la esencia de la Luna convertida en felino.


De esa forma, hace no mucho tiempo, Moon, la gatita azul, llego a la tierra y, al parecer, tras cumplir con su misión, decidió quedarse a vivir entre nosotros. Una pequeña plaza de un pequeño pueblo cerca de Madrid, fue su lugar elegido para iluminar con su discreta y enigmática presencia las noches de verano.

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Fue, precisamente, una de esas noches que, con la fresca, como otras tantas noches nos sentamos ante una de las mesa de la cafetería en aquella plaza. Tomábamos unos refrescos cuando Juan Pablo, el camarero, nos informó de la presencia de aquel pequeño ser que llevaba varias noches rondando por allí. Pero, conociendo nuestro amor por los gatos, él también nos advirtió que su belleza podría hechizarnos si nos acercábamos demasiado. Nosotros, incrédulos de sus palabras, nos acercamos, quizás más de la cuenta.  Vimos al felino, miramos sus ojos y ¡zas!, caímos en el hechizo lunar de aquella gata azul a la que, por supuesto, hemos llamado Moon.  Ahora ella es parte de la familia.

ACLARACION: Esta linda «leyenda» no es de mi autoría. La ha creado Juan Luis Blásquez de Opazo, inspirado mientras me contaba sobre ella en un e-mail. Intentaba describir un poco lo que él y su novia sintieron cuando vieron a esa peculiar gatita abandonada. Quedaron prendados de inmediato, máxime porque se parecía muchísimo a quien fuera su amada gata «M».
El singular color grisáceo de esta gata de pelo corto es el que usualmente ha sido denominado «azul». Lo comparten razas tales como: el llamado Azul ruso o Ruso azul, el CartujoChartreux, y el Británico de pelo corto (British Shorthair Cat) uno de cuyos posibles 17 colores de pelo es el azul.  Habiendo conocido personalmente a Moon, descartando ningún parecido con el estilizado Ruso Azul, yo me inclino a verla morfológicamente más semejante al Británico de pelo corto que al Cartujo. Aunque, quien sabe. Una gata enviada por la luna puede parecerse a todos los gatos… y a ninguno.

Pero esta pequeña narración de Juan Luis me ha servido de inspiración para yo escribir un cuento. ¿Alguna vez han visto, aunque sea en documentales, a un lobo aullando a la luna llena? Yo sí. ¿Alguna vez han visto a un gato en actitud absolutamente abstraída, como en otro mundo,  sentado en el medio de un perfecto círculo de luz blanca, formado en el piso de la sala por la luz de la luna que entra por una ventana… cuadrada?  Juan Luis sí que lo ha visto, y dice que es algo entre místico y sobrecogedor a la vez.  Así que yo he creado el cuento que les menciono, con pretensión de leyenda, narrando el origen de los lobos; también el origen de los gatos, los hijos de la luna.  Supongo que algún día la publicaré aquí.

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