Adopción de gatos en Madrid Felina

En el Día de la Adopción, convocado por Madrid Felina el domingo pasado, de los 19 gatitos que la asociación llevó ese día, fueron comprometidos 10, quedando en espera de que sus adoptantes formalicen los trámites requeridos.

Acudieron unas 100 personas en las dos horas establecidas. Pudieran parecer pocas, sin embargo, esos asistentes ya iban muy bien predispuestos. Todos ellos sabían de que se trataba y, salvo alguno que otro, la mayoría fueron con la intención de conseguir un gato de su agrado. En la foto, Ébano descansa en brazos de su futuro propietario, que, después de seleccionarlo, no lo quiso aflojar ni un momento. Seguro que la pasará bien, pues tendrá otros gatos como compañeros en su nuevo hogar.

A pesar de que nueve gatitos se quedaron en sus jaulitas y regresaron con la asociación, se considera que fue un éxito. Yo también lo creo así, máxime teniendo en cuenta el poco tiempo con que se realizó la convocatoria. Están considerando realizar eventos similares con más frecuencia, quizás una vez al mes, para que sus gatos puedan tener más oportunidades de conseguir hogares definitivos.

Todos los gatos expuestos eran preciosos. Sin embargo hubo una gatita de seis meses, de nombre Any, que me dejó prendado. Una gatita excepcional, para una persona  extraordinaria. Cuando abandoné el salón de exposición aún nadie la había reservado. La gatita es ciega, aunque eso no le impedirá tener una buena calidad de vida en un hogar amoroso y de entorno seguro. Yo ya he narrado aquí un interesante caso de un gato ciego, en la sección de historias de amor. Pero, insisto, ella necesita de una persona excepcional; alguien que sepa entender a los gatos y que pueda comprender las necesidades especiales que ella tiene, que requerirán una buena dosis de paciencia inicial y perspicacia. Estoy convencido de que Any encontrará esa persona que le de los cuidados, el afecto y la seguridad que ella necesita. La relación que se forma entre un animal en esas condiciones de dependencia y su cuidador, es de tal naturaleza, que yo estoy seguro de que esa gatita ciga devolverá una cantidad de afecto fuera de toda proporción.

Aunque no es ella la única cieguita que tiene Madrid Felina a su cargo temporal. También está la pequeña Carina, ciega de nacimiento, a quien su hermano, Negrín, le sirve de lazarillo. Forman una pareja digna de ser adoptada por una misma persona. Sería una lástima separarlos, dada la estrecha relación que hay entre los dos. Yo suelo recomendar que, quien pueda, tenga siempre una pareja de la misma especie, sean perros, gatos, aves o cualquier otro animal.

Si tienen un tiempo, entren en la web de Madrid Felina, vean las fotos y lean las breves leyendas que explican cada caso. Algunos animales tienen historias como para partir el corazón más duro.

Nota: las dos últimas fotografías pertenecen a Madrid Felina, quien me las ha facilitado.

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