Aus me envía esta fotografía de su perra boxer albina, llamada Cleo. Desde hace poco tiene un nuevo amigo con quien compartir sus juegos. Se trata de Circe, una hermosa Basset Hound de cuatro meses.
Yo tuve uno de niño, pero no me acuerdo muy bien de él. Luego, aparte de un pastor alemán, todos los demás han sido boxer. Debo admitir que siento predilección por esta noble raza.
Como Aus refiere en su blog Desde la memoria gracias a un poco de entendimiento del comportamiento animal, cuidado y paciencia, y también a la invaluable ayuda de su mamá, lograron introducir satisfactoriamente a Circe para que Cleo la aceptara.
En lo personal nunca me gustó tener un solo perro (o un solo gato). Pienso que ellos necesitan, al menos, a otro de su misma especie para sentirse felices. Puede que lo sean junto a nosotros, en exclusividad, pero me parece que nada puede reemplazar a otro congénere con quien compartir juegos, travesuras y afectos, y para no perder la perspectiva de quienes son.
Estoy seguro de que la calidad de vida de Cleo mejorará con la presencia de Circe. Porque llenará muy bien los vacíos que Aus deja cuando esta fuera de la casa, o cuando no tiene tiempo para prestarle atención. Todos ganan.