El escrito que colocaré a continuación se originó en un comentario del día 18 de julio de este año, en el capítulo 4 y último de Mucho más que un gato.
Identificada como Nube, de Quito, Ecuador, ella se decidió a escribirlo cinco días después que varios de sus gatos murieran envenenados el 12 de Julio. Le ocurrió algo parecido a mi. Ponerse a escribir el comentario fue un tanto terapéutico. Sirvió para sacarse de adentro algo de tanta amargura, tanto dolor, tanta desesperación y tanta rabia e impotencia, así como para enjugarse el llanto. Ella dice: Al leer tu pagina -el cuento titulado Mucho más que un gato- no pude evitar las lagrimas por mis gatitos. Murieron hace 5 días (12 de julio) envenenados por algún vecino cruel y despiadado que puso veneno.